Repensar la Navidad
Estos días tengo un sueño recurrente. Sueño con el día en el que mis hijos pidan menos “cosas” para Navidad. En ese momento me daré cuenta de que hemos avanzado y se me saltarán las lágrimas de alegría al ver que todo nuestro esfuerzo ha valido la pena.
Después de esconder los catálogos que llegaban a casa, de esquivar los escaparates organizados de forma sexista y enseñarles a ser más selectivos y a no dejarse llevar por el capricho, puede ser que un día pidan menos "cosas" y más experiencias.
¿Me entiendes, verdad?
Entonces ese día, las familias de los #LittleChangers lo tendremos más fácil para regalar con cabeza. Porque no nos engañemos, hasta que no llegue ese día, lo tenemos bastante difícil.
Hemos normalizado el consumo en exceso hasta tal punto, que los que no queremos seguir esa inercia, parecemos estar en otro escalón de la pirámide de la apariencia.
Y muchos, ya sea por imagen, percepción o por no tener tiempo de pararse y reflexionar, siguen alimentando al monstruo del consumismo, y en consecuencia sembrando esos valores en sus hijas e hijos.
Excusas, las tenemos a montones.
¿Y si cambiamos las reglas del juego?
Este sueño me está dando qué pensar sobre los regalos que quiero hacer a mis hijos esta Navidad. Porque realmente no necesitan todo lo que piden. Ni tan siquiera lo quieren realmente. Y eso me lo ha demostrado el cajón de juegos de su habitación, a medida que se va llenando y cada vez abrimos menos.
Así que voy a hacerle caso a mi intuición y esta Navidad voy a regalar menos y regalar mejor.
Comparto contigo la relación de prioridades he tenido en cuenta a la hora de analizar las listas de deseos de mis hijos:
- Destacar las cosas que realmente necesitan.
Priorizar regalos que dejan huella y guardan un valiosísimo mensaje. - Regalar experiencias para disfrutar juntos, que siempre recordaremos: un viaje, visitar algún museo o realizar alguna acción con trasfondo social.
- Apostar por regalos producidos de forma local, con materiales naturales y valores éticos. Y juguetes que fomenten su aprendizaje, creatividad y juego cooperativo.
Además, también te dejo algunas ideas que me inspiran, para que le des una buena vuelta a la carta de Navidad de tus hijos:
¿Qué niño o niña se resiste a construir una cabaña, un laberinto o un súper escondite? Con los juegos de construcción que ofrece Trigonos los niños se lo pasan muy bien montando y desmontando casas, castillos o cuevas y, casi sin darse cuenta, aprenden materias como las matemáticas o la física.
Me encanta este libro. CIEN SEMILLAS QUE VOLARON es un libro que exalta el bosque, que celebra la resistencia de las semillas, y la inteligencia de los árboles y la naturaleza. De Coco Books.
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Fomenta el pensamiento crítico desde los 3 años, con la Sudadera Exclusiva para #LittleChangers. Además, la producción es Fair Wear y está diseñada y serigrafiada artesanalmente en Barcelona.
Si has leído hasta aquí, espero haberte contagiado la forma que tenemos en HI LITTLE! de cambiar las reglas. Poco a poco y con las ideas muy claras. Sólo así conseguiremos que esos grandes cambios, lleguen antes.
¿Y tú? ¿También sueñas con el día en que pidan menos regalos?